viernes, 18 de abril de 2014

Humanidad y la rebelión de las máquinas

Welcome my son
Welcome to the machine
Where have you been?
It's alright, we know where you've been

El día de hoy... un día corriente de abril de 2014, la era de la Comunicación, tengo en mis manos un disquete, un disco de 3 1/2', como deseen.

Puede que no los recuerden, o simplemente no los conocieron, y es que la última vez que yo vi uno completamente funcional fue hace ya siete años.

Me he enfrentado a ellos en tiempos modernos; me parecía algo muy romántico que siguieran existiendo; pero siempre los veía como desecho; montones de disquetes regados por el suelo o apilados en un basurero; nunca usados por nadie.

Todo comenzó un martes lluvioso; debía de reportarme al Sistema de Recaudación Nacional Socialista para que me entregaran un formato más elegante y tecnológico que el viejo lápiz y papel. No tan idílico como yo quisiera, pero sí más eficiente para realizar estos trámites de índole fiscal.

Ya estaba ahí, pues en el SRNS, esperando por mi información digitalizada, cuando me llaman a pasar a la ventanilla. Ahí, una amable señorita me entrega un sobre con el escudo de Gobernación; en letras grandes SRNS y una imagen de una mujer con una laptop Acer de modelo reciente.

Como siempre, la curiosidad me mata y abro el sobre dentro de la institución. Y qué es lo que encuentro? Un disquete; pero bien pudo haber sido una foto de un dedo medio, por que me servía para lo mismo.

Regreso con la señorita antes de que haya más fila.
Doggg: Disculpe...
Señorita: Sí joven?
Doggg: Uh, ¿que es esto?
Señorita: Es su información electrónica, señor, tiene la misma validez que su firma de puño y letra.
Doggg: Oh, sí, por supuesto, pero... qué es esto? (apuntando al disquete)
Señorita: Es un disquete, joven.
Doggg: Pero... no he visto una máquina donde se use uno de estos desde hace años...
Señorita: Oh, lo siento señor, pero es el formato que manejamos.
Doggg: Comprendo, comprendo. Gracias.
Y me retiré de ese lugar.

Regreso a casa, y ninguna de las computadoras que poseemos tiene un lector de disquetes. Voy al ciber más barato y viejo que hay, y tienen el aparato para leer disquetes... pero el sistema ya no los acepta. Cuando le pregunto al dependiente que si pueden leerlos, él se ríe. En condiciones normales me quejaría, pero lo comprendo.

Y me pongo a pensar. Cuando los hijos de los hijos de las personas de esta generación pregunten "¿qué significa el icono de guardado?"... ¿Qué les dirán?

La tecnología avanza tanto que no nos permite hacer cosas; ya no puedo leer disquetes, ya no puedo declarar impuestos vía internet... Estoy encerrado en un limbo místico; cuando ya no se acepten formatos en papel, ¿qué será de mi y mis declaraciones fiscales?

So welcome.... to the machine.


The D to the O to the triple G.

No hay comentarios:

Publicar un comentario